El Instituto de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento es una Congregación religiosa de derecho pontificio fundada en la Ciudad de México, el 25 de marzo de 1910 y aprobada por la Santa Sede el 22 de julio de 1948.
ORIGEN
Su origen se remonta a las inquietudes y profunda vivencia eucarística de María del Refugio Aguilar y Torres, Viuda de Cancino, quien, inspirada por Dios y ayudada por el Presbítero Vicente María Zaragoza, fundó el Apostolado de Jesús Eucarístico con el fin de extender el Reinado de Jesús Sacramentado en todas las clases sociales y principalmente en la niñez y juventud.
ORIGEN
Su origen se remonta a las inquietudes y profunda vivencia eucarística de María del Refugio Aguilar y Torres, Viuda de Cancino, quien, inspirada por Dios y ayudada por el Presbítero Vicente María Zaragoza, fundó el Apostolado de Jesús Eucarístico con el fin de extender el Reinado de Jesús Sacramentado en todas las clases sociales y principalmente en la niñez y juventud.
María del Refugio, concibió un proyecto educativo para evangelizar a la familia y a la sociedad, orientado a enseñar que en el centro de todas las ciencias está Dios y que no hay auténtica vida cristiana sin la participación eucarística y la protección de María.
El Instituto fue agregado a la primera Orden de Nuestra Señora de la Merced, fundada por San Pedro Nolasco para la redención de los Cautivos, el 11 de julio de l925, participando desde entonces de su espiritualidad, de su obra liberadora y de sus dones espirituales.
FIN DEL INSTITUTO
Las hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento nos consagramos a Dios, fuente de toda santidad, para conseguir la propia santificación por la profesión de los Consejos Evangélicos de Castidad, Pobreza y Obediencia en el seguimiento de Cristo Redentor del Hombre. Trabajamos con todo ahínco por extender el Reinado de Jesús Eucaristía, Reino de Redención liberadora por el amor y la mediación maternal de Nuestra Santísima Madre de la Merced. (Constituciones 3 y 140)
NUESTRA ESPIRITUALIDAD
La contemplación de las cosas divinas y la unión asidua con Dios en la oración es nuestro primer y principal deber. Estamos llamadas a testimoniar y a proclamar el amor del
Padre experimentado en la comunión personal con Cristo, bajo la guía del Espíritu Santo. Por ello centramos toda nuestra existencia en el encuentro con Dios. (Constituciones 12)
Desde la Eucaristía, Sacramento pascual de Cristo Redentor, descubrimos el "mundo no redimido", es decir las cautividades actuales que oprimen a los hombres, acercándonos a ellos con entrañas de misericordia. Al compartir la misma Palabra, el mismo Pan y el mismo Cáliz, nuestra comunidad, unida con María la Madre del Redentor, renueva el vínculo de la unidad, y encuentra cada día luz y fuerza para proclamar a todos los hombres la muerte redentora de Cristo y su gloriosa resurrección, como supremo signo liberador de esperanza cristiana. (Constituciones 12)
CAMPOS DE NUESTRO APOSTOLADO
La Pastoral Educativa a través de la escuela católica, es para nosotras el lugar privilegiado para la formación integral del hombre nuevo, evangelizándolo y liberándolo así de múltiples esclavitudes y promoviéndolo a la libertad de los hijos de Dios. (Const.147, 148).
PRESENCIA EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO
El Instituto ejerce su acción evangelizadora en instituciones docentes, internados, guarderías infantiles, seminarios, centros de catequesis, misiones y reclusorios, atendidos por setenta y ocho comunidades establecidas en México, Guatemala, El Salvador, Estados Unidos de Norteamérica, Chile, Colombia, Venezuela, España e Italia.
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