
AMBIENTACIÓN: CIRIO ENCENDIDO
MUSICA DE FONDO
ORACIÓN
Oh Dios, que por medio de la gloriosísima Madre de tu Unigénito Hijo, te dignaste enriquecer a tu Iglesia con una nueva Orden destinada a rescatar a los fieles del poder de los paganos; te rogamos que por los méritos y por la intercesión de la que veneramos como a iniciadora de tan pía obra, nos veamos libres de todos nuestros pecados y del cautiverio del demonio. Por el mismo Hijo tuyo y Señor nuestro. Amén
Por la señal..
¡ Dios mío, amorosísimo Padre mío! Por sola vuestra bondad infinita, creasteis en el principio del mundo el cielo y la tierra, haciéndolo todo de la nada, Vos, Señor, que con suma sabiduría lo gobernáis todo y con admirable providencia lo ordenáis del modo más conducente a vuestra honra y gloria: suplicaos, Señor, penetréis mi corazón con un rayo de devoción verdadera para hacer esta Novena en preparación a la fiesta... y que me enseñéis, como Sapientísimo Maestro, a pedir aquello que más me convenga para la salud espiritual de mi alma, disponiéndolo todo a mayor servicio vuestro, que así lo espero alcanzar de vuestra bondad y misericordia infinitas. Amén.
Tres Gloria....
Dulcísima Virgen de la Merced, augusta Madre de Dios, estrella resplandeciente del mar, oye, Señora, nuestros ruegos, Vos que benigna escuchaste desde el cielo a los miserables cautivos que gemían sin consuelo en la dura opresión de los Moros, rompiendo las cadenas que los aprisionaban, por medio de vuestra esclarecida Orden de Redentores. Por el profundo ardor de vuestra caridad, por las entrañas en que encarnó el Hijo de Dios para nuestro remedio, pedimos, dulcísima Madre, romper las cadenas de nuestras culpas, para que merezcamos conseguir lo que pedimos en esta novena.
Ave María...
- Nuestra Sra. de la Merced.
- Rogad por nosotros.
CANTO
Misión de los doce discípulos
LC 9, 1-6
Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas.
Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid.
Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.
REFLEXIÓN:
A QUÉ NOS LLAMA JESÚS?
QUÉ DEBEMOS PEDIRLE A MARÍA NOS AYUDE A SANAR?
CUAL ES NUESTRA MISIÓN?
SOMOS VERDADERAMENTE LIBRES?
CANTO
¡Amantísima María de la Meced !¡ Virgen llena de clemencia y ternura! ¡ con cuánta razón se puede decir de Vos, como del Salvador, que vuestra misericordia iguala vuestro poder! Si una bondad exquisita os indujo a bajar espontáneamente a la tierra para cambiar la mísera situación de tantos cristianos cautivos. Cual debe ser en el cielo la extensión prodigiosa de esta bondad, cuando del fondo de este valle de lágrimas, os rogamos que vengáis en auxilio de unos desventurados, redimidos por la sangre de Jesús. Olvidad, oh Madre querida, nuestra indignidad, y dignaos sernos favorable en la salvación eterna.
Amén.
Ave Maria...
Ahora levantando el corazón con humildad se le pide a Dios mediante los méritos de la virgen de la Merced la gracia que se desea alcanzar
- Ruega por nosotros, Santísima Virgen de la Merced.
- Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
CANTO

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