Sin duda alguna, para los que tenemos mascotas, éstas constituyen un miembro más de la familia, y a pesar de que es ‘ley de vida’ su muerte puede ser muy difícil de afrontar.
No obstante, podemos sentirnos extraños, ya que, a pesar del amor que le profesamos, no deja de tratarse para muchos de un animal, y esto puede llevarnos a no saber bien cómo actuar.
Lo mejor es autorizarnos a llorar y a echarle de menos, como si se tratase de una persona, y permitirnos recordarle como algo muy valioso de nuestra vida.Tenemos que pensar que por mucho amor que sentimos ahacia ese ser que se ha ido hay que tener claro desde un primer momento que no va a volver, pero que está bien y no va a sufrir más.
También, aunque nos encanten los animales, es bueno dejar un periodo de tiempo antes de acoger a otra mascota que le remplace, ningún ser remplaza a otro.
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