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martes, 28 de febrero de 2012

MÉTODO DE PROYECTOS

A lo largo de la historia de la humanidad las personas se han encontrado multitud de problemas técnicos, cuyas soluciones han servido para mejorar la calidad de vida de los humanos.


En tecnología para resolver un problema nos hace falta:
  • Tener conocimientos tecnológicos (conocer materiales, herramientas, etc...).
  • Conocer el “método de proyectos”.
Este método es un proceso lógico que nos permite resolver problemas de forma ordenada.

Fases del método de proyectos


Ejemplo:
Imagina que tienes que cruzar un arroyo y no quieres mojarte los zapatos.




Los pasos a seguir para crear un producto tecnológico son:



1ª Fase:


  • Identificar el problema.
  • Buscar información sobre el problema.
  • Pensar posibles soluciones y escribir algún comentario.
  • Estudiar las ventajas e inconvenientes de las soluciones propuestas.















2ª Fase

  • Planificar el trabajo:
  1. Búsqueda de materiales.
  2. Selección de las herramientas.
  3. Distribución del trabajo.
  • Construcción:
  1. Preparar las piezas necesarias.
  2. Pensar el orden de montaje.
  3. Montamos la maqueta.















3ª Fase:


  • Comprobar la solución.
  • Modificar, si fuera necesario, la maqueta.
















4º Fase:




5ª Fase



  • Autoevaluación de todo el proceso.


El método de proyectos según Bob Sinclair

Información obtenida de: Tecnología en el Villalba Hervás

Bob Sinclar es un músico francés que crea temas llenos de optimismo, alegría y mensajes de cantos a la vida. En un tono desenfado nos muestra una música fresca, bailable y rebozante de valores. Para colmo, creó un tema, uno de los más conocidos, en el cual nos enseña el método de proyectos que se emplea en tecnología.

Trata de un niño que desea resolver un problema: un meteorito va a chocar contra la Tierra. Él está dispuesto a resolverlo. Para ello pasa a la segunda fase del método: investigación, búsqueda de información y, en general, búsqueda de ideas. Recurre a libros, revistas, Internet,…y finalmente opta por un cohete. Fijaos que el niño pasa a una fase, la tercera, en la que planifica su proyecto, recurriendo al diseño, fundamental en Tecnología. Luego pasa a la fase de construcción, siguiendo un plan de trabajo para, finalmente, acabar en la última fase: la de pruebas. ¿Conseguirá destruir el meteorito? Tendréis que ver el vídeo. Lo que está claro es que este chico conoce el “Método de Proyectos” que se emplea en Tecnología.

MIÉRCOLES DE CENIZA: INICIO DE LA CUARESMA

La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.

La Cuaresma comienza con el miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón. Además, la oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando aquello que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

Cuaresma es tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás.

Autor: Mariela Reyes Rodríguez

Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.

La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.

Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.


Tradición

En la Iglesia primitiva, variaba la duración de la Cuaresma, pero eventualmente comenzaba seis semanas (42 días) antes de la Pascua. Esto sólo daba por resultado 36 días de ayuno (ya que se excluyen los domingos). En el siglo VII se agregaron cuatro días antes del primer domingo de Cuaresma estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto.

Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fué simbolizada colocando ceniza en las cabezas de toda la congregación.

Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.


Significado simbólico de la Ceniza

La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es le que sigue al carnaval), realizamos el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente (fruto de la cremación de las palmas del año pasado). Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.

Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Cf Mc1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.



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