Para poner en práctica esta idea basta con tener un buen conocimiento del lugar donde vais a realizar la sorpresa y crear una secuencia lógica de pistas, que lleven unas a otras, hasta que por fin el sorprendido dé con la sorpresa (mejor dicho, con el resto de la sorpresa, porque la ginkana en sí forma parte de la misma :)).
Dejémonos de teoría y pasemos a la acción. Supongamos que hacéis la ginkana en vuestra casa: podéis entregar al sorprendido una notita que diga "La primera pista está bajo el lugar donde descansan tus sueños", para que busque debajo de la almohada y encuentre otra notita que lo lleve hasta la siguiente pista y así sucesivamente. Si vuestra casa se os antoja pequeña siempre podéis aprovechar por ejemplo alguna salida al campo para hacer una ginkana a lo grande. Con respecto a la dificultad de la misma, es cosa vuestra, pero recuerdo que se trata de sorprender, no de poner una misión imposible :P
Por último, como sugerencia para dar un pequeño toque picante al tema: incluiros vosotros mismos como una de las pistas dentro de la ruta, a ver de qué forma os pueden convencer para que indiquéis cuál es la siguiente pista...
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