"Dios ha visitado a su pueblo, suscitandonos una fuerza de salvación…" (cf Lc 1, 68-69)
La navidad es un acontecimiento divino humano. Dios toma la iniciativa, es Él quien suscita la salvación; pero esa salvación se lleva a cabo en el pueblo, necesitado de salvación.
Celebremos estos dias considerando dos direcciones de la navidad:
Recordar el inicio de la redención con el Nacimiento del Salvador, el misterio central de nuestra fe es la Resurrección de Cristo –la Pascua- y cómo este suceso abarca toda la vida de Jesús. Celebrar la Navidad es vivir el proceso inicial de nuestra salvación, de nuestra Pascua.
Acoger aquí y ahora al Señor que quiere nacer en el corazón del hombre. La Navidad invita a reflexionar sobre el amor de Dios que viene a los hombres. Jesús quien tomó parte en la historia de los hombres, hace dos mil años, vive y continúa su misión salvadora.
La navidad es un acontecimiento divino humano. Dios toma la iniciativa, es Él quien suscita la salvación; pero esa salvación se lleva a cabo en el pueblo, necesitado de salvación.
Celebremos estos dias considerando dos direcciones de la navidad:
Recordar el inicio de la redención con el Nacimiento del Salvador, el misterio central de nuestra fe es la Resurrección de Cristo –la Pascua- y cómo este suceso abarca toda la vida de Jesús. Celebrar la Navidad es vivir el proceso inicial de nuestra salvación, de nuestra Pascua.
Acoger aquí y ahora al Señor que quiere nacer en el corazón del hombre. La Navidad invita a reflexionar sobre el amor de Dios que viene a los hombres. Jesús quien tomó parte en la historia de los hombres, hace dos mil años, vive y continúa su misión salvadora.
¡FELICIDADES!
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