Regresar a clase sin estrés, todo un dilema
Vivimos en la era del estrés. Luchamos a diario por cumplir con todo lo que se nos exige en la casa, en el trabajo, y enfrentamos un estrés constante que afecta de forma significativa nuestra capacidad de llevar vidas saludables y felices. Sufrimos dolores de estómago y de cabeza, cambios de estado de ánimo, fatiga, depresión, hipertensión e incluso infartos.
Pero el estrés no sólo perjudica nuestro bienestar físico y emocional, sino también nuestras relaciones y productividad en general, afectando no sólo a los adultos si no a los niños también.
Cabe destacar la capacidad que tienen los niños en el proceso de adaptación cuando de cambios se trata, ya sean cambios de colegio de ambiente o de grado escolar, pues para ellos puede ser un tanto duro, aunque saben encajar de una manera práctica y sencilla en el mejor de los casos.
Lo que sucede al contrario con los padres que nos vemos obligados a sufrir de estrés gracias a las grandes listas escolares que debemos adquirir para que el niño comience un nuevo año escolar, sin hacer mención a los elevados costos de los mismos, a los uniformes escolares y todos los implementos necesarios, sin incluir las cuotas mensuales del colegio y la inscripción que nos pone a correr por falta de cupo.
Sin duda alguna, tenemos que estirar el presupuesto y reducir un poco los gastos y más aún si hay varios niños en el colegio, por lo que es recomendable que verifiquemos si los libros del año pasado del niño mayor pueden ser de utilidad para el hermano menor, otra opción si en la familia no hay sino sólo un niño, regalar los libros en buen estado para que otros los aprovechen.
Uno de los grandes dilemas del niño a la hora de asistir a clase son los bolsos o maletines, los cuales quieren estar a la moda sin importar el bolsillo de nosotros los padres; es por ello que se recomienda adquirir los mismos en un buen material para que duren todo el año escolar.
Algo muy importante es la presencia del niño, y para ello debemos cuidar los uniformes, tratando que sean de buenas telas y que al momento de lavarlos no colocarlos al sol para que los colores perduren por mucho más tiempo y el niño luzca impecable.
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